La seda es una tela suave y delicada que necesita cuidados especiales. Esto es particularmente cierto si necesita blanquearlo. El blanqueador con cloro debilita o desintegra ciertas telas y no puede usarse en seda. En cambio, el peróxido de hidrógeno es un sustituto fácilmente disponible para el blanqueador con cloro. Use peróxido para eliminar el color de su seda.
Paso 1
Traiga una olla de agua para hervir en la estufa. Use una olla lo suficientemente grande como para sostener la seda, con espacio para que se mueva y suficiente agua para cubrir la seda. Retire el agua de la estufa y deje que se enfríe a 140 grados Fahrenheit.
Paso 2
Disuelva 1/2 cucharadita de ceniza de sosa en el agua por cada libra de tela que esté blanqueando. Pon la seda en la olla y lávala con agua caliente. Retire la tela y enjuáguela bien con agua.
Paso 3
Llene una olla de acero inoxidable con 7 1/2 cucharadas de carbonato de sodio y 6 pintas de peróxido de hidrógeno al 3 por ciento, que se pueden encontrar en las farmacias. Agregue 1 cucharadita de detergente textil profesional, que ayuda a eliminar el color y prepara la tela para teñir.
Paso 4
Pon la olla en la estufa y caliéntala hasta que llegue a 130 F.
Paso 5
Ponga la seda en la mezcla y revuélvala con una cuchara de madera para asegurarse de que el peróxido llegue a toda la tela. Coloque un plato sobre el agua para mantener toda la seda sumergida. Deje la seda durante 24 horas, para que se blanquee por completo.
Paso 6
Drene la tela y enjuáguela con agua tibia.
Paso 7
Mezcle 11 cucharadas de vinagre blanco con 1 galón de agua tibia. Ponga la seda en la solución durante 10 minutos. Revuelva con frecuencia para asegurarse de que la seda esté cubierta uniformemente. Esto neutraliza el peróxido.
Paso 8
Drene la seda y enjuáguela bien. Ahora está listo para teñir o para usar.