El hierro fundido es un material útil que se utiliza en una variedad de formas, desde estufas hasta motores. Es un material duro pero a menudo frágil que puede agrietarse si se cae, y también es propenso a la oxidación si no se cuida. El hierro fundido debe mantenerse en condiciones secas para evitar la oxidación. Sin embargo, si se daña con el tiempo, puede repararse sin demasiado esfuerzo o tiempo.
crédito: Hemera Technologies / PhotoObjects.net / Getty ImagesPaso 1
Compre un tubo de masilla epóxica como JB Weld o Quick Steel en su ferretería local. Estos tipos de epóxicos actúan como pegamento que se adherirá al hierro fundido, llenando la grieta con un sello seguro.
Paso 2
Lije el hierro fundido con papel de lija de grano 80 para eliminar el óxido y la pintura que pueden estar cubriendo la grieta. Use un movimiento de ida y vuelta en lugar de círculos para evitar un ensanchamiento de la grieta.
Paso 3
Use jabón para lavar platos, agua y un trapo para limpiar la grieta y la superficie circundante. Dejar secar completamente antes de continuar.
Paso 4
Revuelva el epóxico de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Exprima un poco sobre una superficie plana, como un trozo de cartón, y use una espátula para mezclarlo.
Paso 5
Extienda la masilla en y sobre la grieta. Raspe cualquier exceso con la espátula antes de que se seque. Espere 24 horas completas antes de manipular su artículo de hierro fundido.
Paso 6
Pinte sobre la grieta recién sellada para que coincida con el resto del artículo de hierro fundido, si lo desea.