El agua dura de los rociadores y las mangueras de jardín puede provocar que se formen manchas minerales antiestéticas en las superficies exteriores de ladrillo. Estas manchas blancas y calcáreas arruinan la apariencia de los ladrillos y hacen que los exteriores de las casas parezcan sucios. Las manchas de agua dura se vuelven más difíciles de limpiar cuanto más persisten en los ladrillos. Trate rápidamente los depósitos de agua dura para preservar el atractivo estético de los ladrillos y evitar manchas permanentes. Las manchas de agua dura pueden eliminarse de los ladrillos con soluciones de limpieza comunes.
Cubra las plantas, arbustos y hierba en la base de los ladrillos con paños de plástico para protegerlos de la escorrentía.
Llena una botella de spray con vinagre blanco sin diluir. Rocía los ladrillos afectados con el vinagre.
Frota los ladrillos con un cepillo de nailon para eliminar las manchas de agua dura.
Enjuague los ladrillos con agua de una manguera de jardín para lavar el vinagre y los depósitos sueltos.
Inspeccione los ladrillos para ver si quedan manchas de agua dura. Si los depósitos blancos escamosos persisten, mezcle 1/4 taza de fosfato trisódico con 1 galón de agua tibia en un cubo de plástico. Use gafas de seguridad, ropa larga y guantes de goma para protegerse contra la solución de limpieza.
Frote los ladrillos con la solución de fosfato trisódico con el cepillo de nylon. Mantenga el fosfato trisódico en los ladrillos durante un par de minutos.
Enjuague los ladrillos con agua de la manguera de jardín para lavar la solución de fosfato trisódico. Permita que los ladrillos se sequen al aire por completo.
